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JOB 8 al 11

JOB 8 al 11

En el capítulo 8 el amigo Bildad le dice a Job palabras que entre aliento y recriminación lo hacen de alguna forma ser el punto señalado, como si todas las circunstancias que le pasan fueran causa de él. En cuanto al capítulo 9, Job responde diciendo reconociendo la grandeza de Dios y que es solo Él quien tiene autoridad sobre buenos y malos, y que cualquier actividad que haga, si es para tratar de cambiar los designios de Dios son batallas por demás perdidas. En el capítulo 10 Job con una humildad desgarradora habla con Dios y le reconoce su función creadora y que él está en sus manos. Sabe que ha sido justo y que su vida depende de la voluntad divina.  Luego, con la tristeza de capítulos anteriores se pregunta por qué no fue llevado directamente del vientre a la sepultura. En el capítulo 11 su amigo Zofar le increpa que cómo puede asegurar que es justo si le ha llegado una gran desgracia, y que cuando sea redimido seguro los hombres dejarán de hablar. En este momento, vemos cómo un hombre hablando como tal da más importancia a las habladurías de la gente y es fácil para señalar.

Job 5 al 7

En el capítulo 5, el primero de sus amigos diserta un discurso en el que a pesar de las calamidades vividas por Job, lo alienta a que confíe en Dios pues Job fue quien le dijo que así debía ser. Hay una declaración extraordinaria en donde afirma que es Dios quien hace la llaga y quien también la venda. En los capítulo 6 y 7, Job responde con un elaborado discurso en el que se percibe la profunda tristeza que hay en su corazón. Existe la condición humana en la que se pregunta por qué le están pasando esas cosas si es íntegro y además pide a Dios que ya no le mande más cosas malas. Adicionalmente, por su estado, se deja llevar por la tristeza y solicita dejar su existencia para ya no pasar por más males.

JOB 1- 4

En este libro de la Biblia que según los entendidos proviene de la época patriarcal, se narra en el primer capítulo que existía un hombre justo e íntegro delante de Dios cuyo nombre era Job, él era un hombre de muchas posibilidades económicas, quien contaba con un estilo de vida que podría decirse más que cómodo. Tenía mucho ganado y 10 hijos quienes celebraban fiestas a diario, y por quienes Job ofrecía sacrificio, previendo qué tal vez en la fiesta sus hijos hubieran pecado contra Dios. Luego se menciona que un día vinieron los hijos de Dios delante de él entre quienes estaba Satanás, la Biblia Reina Valera dice que entre ellos iba, y la Clementina que entre ellos estaba, lo que significa que no era parte de los hijos. Luego se da una inusual conversación entre Dios y el diablo, y este habla mal de Job. Dios, quien conoce el corazón de Job le permite al maligno tocar primero su heredad e hijos y luego su cuerpo. Y finaliza ese capítulo indicando que en todo Job no pecó, y se da una declaración extraordinaria: “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. Sea el nombre del Señor bendito” (Reina Valera 1960). Los capítulo 2, 3 y 4 se ocupan de mencionar las dolencias de Job en su cuerpo y luego la visita que tuvo de sus 3 amigos. En el intermedio, Job maldice primeramente el día de su nacimiento pero en el final deja entrever una esperanza que dentro de su corazón está.

Génesis 47 al 50

En el capítulo 47 José presenta a su familia ante faraón y este es bendecido por Jacob. Luego se menciona cómo José administró la venta de granos a la gente. En este punto hay una lección extraordinaria en cuanto a la forma de hacer política social, ya que José en ningún momento regaló nada, más bien hizo productiva a la gente y con esto tanto el gobierno del Faraón como los ciudadanos lograron salir de la crisis y al final agradecieron las decisiones sabias de José, de hecho en el verso 26 se menciona que fue José quien instituyó el impuesto de la quinta parte al Faraón y esa medida no fue objetada sino agradecida por los pobladores. Luego, Jacob, quien ya presiente su muerte hace jurar a José que no lo sepultará en Egipto sino en donde descansan Abraham e Isaac, y así lo jura su hijo. En el capítulo 48, Jacob pide a José que traiga a su presencia a Manasés y Efraín para bendecirlos. Entonces, José postra a su primogénito a la derecha de Jacob y a Efraín a la izquierda, sin embargo, el patriarca intercambia sus manos y coloca la mano derecha sobre Efraín. José al notar eso, piensa que por la casi ceguera de su padre no se dio cuenta y le dice a Jacob que está equivocado, sin embargo este lo rebate diciendo que el menor será mayor que el primogénito y por eso su bendición derecha va sobre Efraín. Luego bendice a José, a continuación la bendición según la versión Peshitta: “El Dios ante quien fueron agradables mis padres Abraham e Isaac, el Dios que ha sido mi sustento desde mi juventud hasta hoy, y el ángel que me ha salvado de todo mal, bendiga a estos muchachos y sean llamados por mi nombre y por el nombre de mis padres Abraham e Isaac; y abunden y sean fecundos en medio de la tierra”. Esta bendición además es, según mi parecer, una declaración de fe impresionante, pues un hombre entrado en edad reconoce que toda su existencia y su abundancia así como el resto de avatares de su vida fueron solo la voluntad y misericordia del Creador. Realmente hermoso! Posteriormente, en el capítulo 49, Jacob manda a llamar a todos sus hijos para profetizar sobre ellos: A Rubén le dice que no permanecerá; a Simeón y Leví que vengaron a Dina con irá les indica que se dividirán. A Judá lo alaba y le profetiza esto: “El cetro no será quitado de Judá, ni el legislador de entre sus pies, has que venga Aquel a quien el cetro le pertenece; a Él esperarán los pueblos” (una clarísima referencia a Cristo). A Zabulón le dice que habitará en la costa y será tierra de marineros. A Isacar lo bendice. A Dan le dice que juzgará a su pueblo. A Gad le da una profecía de bélico. A Aser le dice que será tierra fértil y provisión de reyes. A Neptalí le profetiza hermoso discurso y el uso de la palabra. A José lo coloca como cabeza de sus hermanos y a Benjamín le profetiza que será un poderoso valiente. Luego, de esto muere Jacob y al igual que sus antecesores, la Biblia dice que fue reunido con su pueblo. En el capítulo 50 se narra el duelo por Jacob y cómo fue sepultado en la tierra de sus padres junto a ellos. Luego se narra que los hermanos de José tenían miedo de que este se vengara por los agravios que le causaron, una vez que murió el padre, pero José, con una madurez impresionante les dice: (19) “… Yo soy inferior a Dios, por tanto, no tengan temor. Ustedes tomaron contra mí el mal, pero Dios lo había planeado para bien, a fin de que sucediera como este día y salvara a mucha gente”.  Luego habitó con sus hermanos y los prosperó y murió a la edad de 110 años. Sin embargo, antes de morir hizo jurar a los hijos de Israel que cuando regresaran a la tierra de Dios había prometido por heredad a Abraham, Isaac y Jacob, se llevarían los huesos de él con ellos.

Génesis 43 al 46

Luego de que los hermanos de José regresaron a Canaán con su padre Jacob, consumieron las provisiones que habían traído de Egipto, y entonces el padre les dice que deben volver a aquella tierra para comprar más provisiones. Los hermanos le rebaten diciendo que no pueden ir si no llevan a Benjamín con ellos ya que el gobernador de Egipto se los había exigido. Luego de discutirlo y de que Judá le dice a Jacob que se responsabiliza por Benjamín, el patriarca finalmente acepta que vaya el hijo menor con ellos. En este pasaje hay algo que me llama la atención y es que claramente se dice que consumieron las provisiones, es decir que pasó cierto tiempo, al que hay que agregar el usado para trasladarse de la tierra de Egipto a Canaán, hago esta referencia porque nada se dice sobre si los hermanos o el mismo Jacob estaban preocupados por Simeón, quien había quedado cautivo en Egipto. Cuando los hermanos llegaron a la tierra del Nilo, presentaron al menor a José, quien al verlo no puede evitar conmoverse al punto de llorar en lo privado. Luego organiza un gran banquete para sus hermanos, quienes no logran salir del asombro por la forma en que son tratados, además de que Simeón es liberado. En el capítulo 44, José ordena a sus sirvientes que llenen las alforjas de sus hermanos pero que pongan su copa en la de Benjamín. Cuando los hermanos han partido, José ordena que los persigan y que les digan que alguien ha robado la copa del señor. Al final, como era de esperarse encuentran el objeto en la alforja de Benjamín, y José exige que él se quede como sirviente por lo sucedido. Entonces, Judá intercede por su hermano ya que había hecho una promesa a su padre. En el capítulo 45, José ya no mantiene el engaño y se descubre ante sus hermanos, quienes asombrados primero y luego conmovidos celebran. En este capítulo aparece quizá un pasaje que a mi juicio es extremadamente impactante, específicamente en los versos 5 y 7 que en la versión Peshitta dicen, citando a José: (5) “Ahora pues, no se pongan tristes ni se sientan mal por haberme vendido aquí, puesto que Dios me ha enviado por delante de ustedes para proveerles alimento…” (7) “Pero Dios me envió delante de ustedes para constituir un remanente en la tierra para ustedes, y para salvarles la vida por medio de gran liberación”. Esto constituye claramente una figura del camino de Cristo a la muerte y cómo llega primero para redimir a los que venimos después. Además de eso también presenta una enseñanza fabulosa en cuanto al perdón y el entendimiento de lo que Dios permite que nos acontezca, ahora viene a mi mente que el apóstol Pablo más adelante diría que todas las cosas suceden para bien para los que aman al Señor. Luego el faraón se entera de que la familia de José está en Egipto y los invita a venir y envía hasta carrozas para que traigan a Jacob. En el capítulo 46, Jacob y sus hijos y nietos entran a Egipto con pompa y Jacob finalmente se encuentra con su hijo amado en un emotivo momento. Luego, José les instruye sobre que deberán decir que son compradores de ganado y no pastores, ya que esta última profesión era despreciable a los ojos de los egipcios.

Génesis 40 al 42

El capítulo 42 comienza narrando la historia del Copero y el Panadero del Faraón, quienes por razones que no se especifican en la Santa Palabra, hicieron enfurecer a su señor y por lo mismo son enviados a la misma prisión donde se encontraba José, este a la postre por haber tenido el favor de Dios es el encargado de las celdas por encargo del regente del lugar. En una noche, tanto el copero como el panadero tienen diferentes sueños, los cuentan a José y este los interpreta. Al primero le dice que en 3 días será liberado para volver a sus servicios habituales, y al segundo le indica que en el mismo lapso de tiempo morirá colgado. Ambas situaciones se cumplen. En el momento de la interpretación, José le dice al copero que cuando vuelva a estar frente a Faraón, no se olvide de él, pero aquel lo ignora y por 2 años más, José se queda en prisión. En el capítulo 41, el faraón tiene dos sueños y ninguno de sus magos y sabios logra interpretar el significado de los mismos, entonces el copero reconoce que ha actuado mal al olvidarse de su benefactor en la cárcel y le cuenta al soberano lo que le aconteció allí y cómo José les interpretó exactamente sus sueños a él y al panadero. Entonces el faraón lo hace llamar y José le hace la interpretación de los sueños indicándole que vendrán 7 años de abundancia y luego 7 de hambruna, por lo que debe prepararse en los primeros para soportar los otros. El faraón lo nombra gobernador de todo Egipto, sujeto solamente a la autoridad del mismo faraón, y le da una esposa de la que nacen Manasés y Efraín, sus 2 hijos. Entonces se cumple lo profetizado por José. El capítulo 42, hace ver que la hambruna se extendió por toda la tierra y que llegó incluso a Canaán donde vivían Jacob y sus hijos. El patriarca se entera que hay alimento en Egipto y manda a sus hijos mayores a que compren provisiones. Estos, al llegar a la tierra del Nilo se postran ante el gobernador de esa tierra quien los reconoce pero no les revela quién es. Los acusa de espías, y les dice que para obtener descargo deben traer al menor de sus hermanos. Retiene a Simeón como garantía de que los otros vendrán y ordena a sus sirvientes que les entreguen granos (y que dentro escondan el dinero con que pagan). En el camino los hermanos se dan cuenta de que les han devuelto el dinero y sienten temor. Cuentan todo a Jacob y le indican que el gobernante de Egipto demanda la presencia de Benjamín. Jacob se resiste a eso, y Rubén le garantiza que él se hará cargo de la seguridad del menor.

Génesis 37 al 39

Al inicio del capítulo 37 se hace una sinopsis de la relación entre José y sus hermanos. El punto de vista general ha sido tomar a aquel como la víctima del resto, sin embargo, no hay que dejar por un lado que quizá la envidia y animadversión que ellos sentían tenían básicamente 2 razones: 1. El hecho de que Jacob, su padre, no ocultaba que José era su predilecto y por lo tanto no trataba igual a los otros; y 2. En la parte final del verso 2 se dice que José le informaba de la mala fama de  sus hermanos a Jacob. Luego se mencionan los 2 sueños que tuvo José: primero el de las ramas de trigo que se postran y luego el de las estrellas, el sol y la luna postrados ante él. Se dice que Jacob reprendió a su hijo pero que este actuar de él “le daba qué pensar” (Versión Nácar Colunga). Luego de esto se dice que los hermanos mayores de José fueron a pastorear a sus ovejas a Siquem y Jacob lo envía para que le informe sobre cómo están los rebaños. Se dice que a la distancia lo vieron venir y sus hermanos complotaron para darle muerte; no obstante, el mayor, Rubén, les dice que no lo maten sino que solo lo dejen en un pozo seco (lo cuál hacía para salvarlo y devolverlo con Jacob). Finalmente acceden a lo dicho por el mayor y lo despojan de una túnica de colores que Jacob le había dado especialmente él. Luego una caravana de árabes se acerca y por idea de Judá venden a José como Esclavo. En el verso 29 se dice que Rubén “volvió” a donde estaba José y ya no lo halló. Esto significa que entre el convencimiento que logró con sus hermanos de que no mataran a José y este momento, tuvo que haberse ido, y por lo tanto no participó en la venta que se hizo a los árabes. Cuándo no lo halló se rasgó las vestiduras, pero le contaron lo acontecido y luego todos fueron ante Jacob a contarle la mentira de que José había muerto y le dieron de prueba la túnica de colores manchada con sangre de cabrito. Jacob se deprime y entra en luto, mientras al final del capítulo se dice que los mercaderes árabes venden a José como esclavo en Egipto, al funcionario oficial Potifar. Hay que hacer notar que en toda esta trama no aparecen los nombres de todos los hermanos, solo Rubén quien es bien intencionado pero no actúa y Judá, quien sí actúa pero no en bien. El capítulo 38 se ocupa de la independencia de Judá y cómo contrajo núpcias, de donde salieron varios hijos, dentro de los cuáles estaba el primero, Er, quien no era bueno a los ojos de Dios y murió antes de dar descendencia a Judá. Luego, para cumplir la ley de levirato, Judá le dice a su segundo hijo, Onán que se allegue a la esposa de Er, pero este no la fecundaba pues dejaba caer el semen en el suelo, y a causa de eso y de su egoismo también murió. Luego, la viuda, Tamar, se va de la casa de Judá con la promesa de este de que cuando creciera su tercer hijo, Sela, haría que este la conociera sexualmente para que hubiera descendencia. Al final no cumple su palabra Judá, y Tamar lo engaña y logra que este la haga concebir. Judá la acusa de adulterio pero con un ingenioso plan Tamar le hace entender que fue él quien la preñó y que su actuar no había sido correcto. El capítulo 39 comienza narrando cómo José es prosperado en Egipto y logra llegar a ser el administrador de todo lo que tenía Potifar. Luego, se narra que la esposa de este quiere tener relaciones sexuales con José pero este huye y aquella lo acusa ante su amo, quien indignado y sintiéndose traicionado lo envía a la cárcel.

Génesis 33 al 36

El capítulo 33 inicia narrando cómo Jacob se acerca a los dominios de su hermano Esaú y el temor inmenso que siente mientras se va acercando. Es obvio que su conciencia le redarguye sobre las acciones anteriores, sin embargo, en un loable acto su hermano mayor lo recibe con abrazos y lo perdona. En la última parte del capítulo incluso Esaú le dice a Jacob que lo acompañará con toda su comitiva pero este le indica que por sus hijos, mujeres y ganado avanzará lento y que mejor se adelante. A pesar de la reconciliación, se denota cierto temor en el menor. El capítulo 34 narra la violación que sufre Dina, la hija mujer de Jacob de parte de Siquem, quien luego queda enamorado de ella y que incluso llega a solicitar la mano de la hija a Jacob. A pesar de la afrenta se llega a un acuerdo entre Jacob y los padres de Siquem para evitar problemas con los pobladores de aquellas latitudes, y se conviene en que los hombres de aquella región se circuncidarán. Aprovechando que los mayores lo hicieron, y que se encontraban recuperando, Leví y Simeón entran a la ciudad a atacar a los hombres, quienes estaban convalecientes, y matan a un gran número con lo que concretan la venganza de la violación que sufrió Dina. Jacob se enfurece con sus hijos porque con su acción ya no tendrán paz con los habitantes de aquella región y emigran. En el capítulo 35 se muestra que Jacob vuelve a Betel y la aparición que le hace Dios confirmando la promesa que antes hizo a Abraham e Isaac. Y entonces Jacob levantó un altar en aquel lugar. Luego se menciona que Raquel da a luz al último hijo del patriarca: Benjamín, y durante el alumbramiento muere la mujer amada de él. En los último del capítulo se narra la muerte de Isaac, quien igual que su padre Abraham “volvió a su pueblo”. El capítulo 36 describe la descendencia de Esaú, quien luego vendría a ser Edom y los gobernantes y genealogías de él.

Génesis 30 al 32

El capítulo 30 inicia con la narración de la rivalidad que hay entre las dos hermanas Lea y Raquel por el amor de Jacob, y cómo Luego de que la primera diera a luz a sus primeros hijos, Raquel le entrega a su sierva Bilha de la que nacen Dan y Nephtalí. Luego, Lea para no quedarse atrás y al ver que no concebía más, entrega a su sierva Zilpa, de quien nacen 2 hijos más: Gad y Aser. Posteriormente, ya crecido Rubén (el mayor de los hijos de Jacob) le nacen a Lea 2 hijos más: Isacar y Zabulón. Entonces Dios se apiada de Raquel y le permite concebir y dar a luz a José. Luego nace la hija mujer de Jacob: Dina.  En eso, se narra cuán próspero llegó a ser Labán por causa de Jacob, y este decide independizarse. El tío le dice que no se vaya y, dado que aquel se niega, le ofrece un salario en especie, el cuál fija Jacob de conformidad con ciertas marcas en el ganado. No obstante, Labán hace separar las ovejas y demás animales para mermar la ganancia de Jacob y así pasa por 6 años más, de tal modo que trabajó Jacob 7 años por Lea, 7 más por Raquel y 6 más al servicio de Labán. Hasta que en el capítulo 31 el Señor le ordena a Jacob volver a la casa de su padre Isaac y Jacob huye de Labán sin avisarle y con el consentimiento de las hijas mismas de este. A los 3 días Labán se entera de la huída de su yerno, lo persigue y alcanza en Galaad. Ahí discuten ambos, e incluso Labán busca los ídolos que Raquel (sin que Jacob sepa) robó a su padre. Aquel no encuentra nada y Raquel estaba sentada en los ídolos pero no se levanta aduciendo que estaba en su etapa menstrual. Al final del capítulo sellan un pacto Suegro y Yerno de separarse en paz. En el capítulo 32, ante la proximidad de volver a la casa paterna, Jacob siente ansiedad y miedo de lo que pueda pasar al ver a Esaú, y envía emisarios con regalos para aplacarlo. Incluso divide toda su heredad en 2 campamentos por aquello de que uno sea atacado, el otro pueda salir sin problema. En una noche, Jacob hace cruzar a todos sus hijos, esposas y siervos al otro lado de un río, mientras él se queda solo acontece una lucha con un varón. En ningún lugar se dice de dónde salió este personaje, de hecho tanto la versión Peshitta como la Reina Valera le llaman “varón” y la Nácar Colunga le llama “hombre”. Al final el varón con el que lucha Jacob no logra ganarle y le hiere el muslo, entonces Jacob no lo deja ir y le dice que no lo dejará marcharse hasta que lo bendiga, entonces le cambia de nombre Jacob a Israel, y Jacob llama a ese lugar “Peniel” porque se dice a sí mismo que vio el rostro de Dios sin ser consumido. Ahora bien, el verso 28 de las versiones Nácar Colunga, la Vulgata Clementina y la Reina Valera dicen que el varón le dijo a Jacob que se llamaría Israel porque había luchado con Dios, solamente la Peshitta dice que luchó con un “Ángel”. Además de lo interesante de este pasaje en donde aparece el misterioso varón y donde también nada se dice del por qué comenzaron a luchar, surgen ciertas interrogantes: ¿por qué Labán abusó de su yerno y le mintió tanto? ¿Por qué hay muchas ocasiones en las que Jacob también engaña a su suegro? ¿por qué Raquel roba unos ídolos y luego miente acerca de ellos?, se ven muchas transgresiones a las normas que más adelante quedarán plasmadas en los mandamientos. La pregunta que solo los doctos pueden ayudarnos a responder es ¿por ser una época pre-mandamientos, estos no operaban como absolutos e imperativos de conducta?.

Génesis 27 al 29

El capítulo 27 narra la suplantación que Jacob hace de su hermano Esaú para recibir la bendición de Isaac. Resulta que este último ya no tenía buena visión y al sentirse próximo a morir le pide a su primogénito que cace para él y le prepare un buen guisado para bendecirlo luego. Rebeca escucha todo y le ordena a su hijo menor que busque dos cabritos los que prepara para que los presente a Isaac. Además, lo cubre con las pieles de los cabritos pues Esaú era velludo y Jacob lampiño. Al final, Jacob logra engañar a su anciano padre y recibe todas las bendiciones propias de primogénito constituyéndolo en príncipe de sus hermanos. Al poco tiempo llega Esaú de la cacería, prepara el guisado y entra con su padre quien se sorprende porque le dice a Esaú que fue engañado y que ya bendijo a Jacob. Esaú entonces se enfurece y llora y ruega por bendición, finalmente la recibe pero con la condicionante de que será siervo de su hermano. Entonces se amarga el corazón del hermano mayor quien comienza a tramar cómo matar a Jacob cuando Isaac fallezca. Rebeca se entera de eso y envía por un mes a Jacob con su tío Labán, mientras se aplaca la ira de su hermano mayor. En el capítulo 28 Isaac envía a Jacob a que busque esposa en la casa de sus parientes de donde salió Abraham y parte. A todo esto Esaú se da cuenta que las mujeres del lugar donde vivían no eran aceptables a los ojos de su padre por lo que busca esposa dentro de las hijas de Ismael. Luego, en su viaje Jacob se detiene y tiene un sueño en el que se le aparece una escalera que une la tierra con el cielo y en el que Dios confirma el pacto de hacer una gran nación que había hecho a Abraham e Isaac, y hay una promesa más que le hace y que causa gran regocijo con solo leerla “he aquí que Yo estoy contigo: te guardaré por donde quiera que vayas y te haré regresar a esta tierra, pues no te dejaré hasta que haya llevado a cabo lo que te he dicho” (Versión Peshitta) Jacob entonces despierta del sueño y ofrece ofrenda al Señor y realiza el pacto de diezmarle de todo cuanto reciba. El capítulo 29 narra el encuentro que Jacob tiene con Raquel, quien era pastora e hija de su tio Labán, luego se narra que Jacob le pide a su tío trabajar 7 años por Raquel, a lo que aquel accede, pero el día de la boda le entrega a Lea (la hermana mayor) y Jacob al día siguiente al darse cuenta del engaño inquiere a su tío quien le dice que en su tierra no se puede desposar a la hija menor antes que a la mayor, por lo que le pide que trabaje 7 años más para concedérsela, a lo que accede Jacob, quien luego de ese tiempo finalmente logra casarse con Raquel. Y se dice en la Escritura que Jacob amó más a Raquel que a Lea, pero aquella no podía concebir, y Dios le permite a Lea concebir 4 hijos: Rubén, Simeón, Leví y Judá.

Génesis 23 al 26

El capítulo 23 narra la muerte de Sara, esposa de Abraham y cómo este negoció la tierra para darle una digna sepultura. En el capítulo 24 se narra que Abraham, ya entrado en muchos años, envía al siervo más viejo de su casa para que consiga esposa para Isaac, haciéndole prometer que no le buscará una esposa de las mujeres de la región que habitaban sino que de la tierra donde Abraham había nacido. El siervo, parte y al llegar a Ur, luego de orar a Dios, encuentra a Rebeca, quien a la postre resulta ser sobrina de Abraham. Después de que se narra la bienvenida que los familiares de Rebeca le dan al siervo (del cual nunca se sabe el nombre), se le pregunta a Rebeca si desea irse para desposar a Isaac a quien nunca ha visto, y ella responde que sí. Al finalizar el capítulo se lleva a cabo el encuentro entre Rebeca e Isaac. Se dice que ella le llevó consuelo a él y él a su vez la amó. El capítulo 25 desarrolla la descendencia de Abraham por medio de una concubina a la cuál conoció luego de la muerte de Sara, y narra la muerte y sepultura de él luego de 187 años de vida. Llama la atención que el verso 8 en las cuatro versiones estudiadas indican que Abraham murió y “fue a reunirse con su pueblo”, la pregunta que vale la pena hacerse es ¿cómo después de muerto fue a unirse a un pueblo? ¿quiénes eran ese pueblo? ¿acaso en el más allá hay un pueblo de Abraham? Otra vez nos encontramos con preguntas que solo los teólogos y entendidos nos pueden contestar. Posteriormente, el mismo capítulo desarrolla la descendencia de Ismael y más adelante el nacimiento de los 2 hijos de Isaac: Esaú y Jacob. Ambos mellizos, y son fruto de la fe de su padre también pues este intercede por Rebeca para que conciba y finalmente lo hace. Ambos crecen y se dice que Esaú fue un diestro cazador mientras que Jacob un intelectual, el primero amado por su padre y el segundo bienamado de su madre. En un día que Isaac ha cocinado y que Esaú vuelve de la cacería, aquel pide a este que le venda la primogenitura, el cual accede porque carente de toda visión y fe se pregunta a sí mismo de qué le servirá la primogenitura, despreciándola completamente. En el Capítulo 26 Dios confirma la promesa que hizo a Abraham a su hijo Isaac. Luego se narra cómo este cae en el mismo error de su padre al emigrar y decir que su esposa es su hermana, también al rey de Gadar a quien Dios nuevamente se le aparece en visión y logra que no la tome. Posteriormente, Dios confirma por segunda vez la promesa a Isaac, quien es reconocido por el rey de Gadar como Bendito de Dios por lo que solicita una alianza que sellan.

Génesis 20 al 22

Abraham emigra y nuevamente dice que Sara es su hermana. El rey de Gadar la toma para sí, pero antes de que se allegue a ella Dios le revela a este quién es ella en realidad y la devuelve a su marido sin mancillarla. En el capítulo 21, finalmente nace el hijo de la promesa, causando gran regocijo en su madre, quien al ver cómo Ismael lo menosprecia, solicita a Abraham que expulse a Agar e Ismael, y este accede. En el desierto, se le acaban las provisiones a Agar y esta deja a su hijo bajo unos arbustos y se aleja a cierta distancia porque no desea ver morir a su hijo. Entonces se le aparece un ángel y le recuerda que de Ismael nacerá otra grande nación. Llama la atención algo, y es que en el pasaje en mención se dice que Agar oraba a Dios, pero cuando el ángel se aparece este dice que Dios ha escuchado el clamor de Ismael. La pregunta es, cómo estaba clamando este si estaba dormido y moribundo? ¿hay alguna forma de clamar sin estar conciente? Eso es algo que los doctos deben responder. Posteriormente, Agar ve un pozo de agua y da de beber a su hijo, ambos se salvan y se dice que surge una gran nación de Ismael, tal como Dios lo prometió. El capítulo 22 es especialmente dramático ya que narra la prueba de fe que Dios hace a Abraham. No obstante, también se contempla una de las porciones más conmovedoras de las Sagradas Escrituras, en el verso 7. Primero hay que explicar el contexto en que acontece: Un padre cuyo hijo predilecto le nace en la vejez, Dios le pide que sacrifique a su hijo como prueba de Fe, el padre del niño sabe que no podrá concebir más y tiene una promesa de Dios de que de su hijo surgirá una gran nación. En términos humanos la situación era difícil e incongruente, quizá por eso más adelante el apóstol Pablo diría que lo que es locura para los hombres es sabiduría para Dios y viceversa. Entonces, Abraham toma al niño y se van al monte donde Dios le señala para ofrecer el sacrificio, Isaac lleva la leña y su padre el fuego, y el niño inquiere a su padre: “Dixit Isaac patri suo: Pater mi. At ille rispondit : Quid vis, fili? Ecce, inquit, ignis et ligna: ubi est victima holocausti? Dixit autem Abraham: Deus providebit sibi victiman holocausti, fili mi” (Vulgata Clementina). “Entonces habló Isaac a su padre Abraham, y le dijo: Padre. Y él respondió: heme aquí, hijo mío. Isaac le dijo: ya están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y Abraham le contestó: Dios proveerá para sí un cordero para el holocausto, hijo mío” (Versión Peshitta). Al final, Abraham está por sacrificar a su hijo cuando el Angel de Dios lo detiene, le explica que Dios ha comprobado su fe, y entre unos ramales aparece el cordero para el holocausto, el cuál finalmente ofrece al Altísimo.

Génesis 16 al 19

El capítulo 16 de Génesis inicia narrando el conflicto surgido entre Saraí y su esclava Agar, ya que la primera le ordena que se acueste con Abram para que este tenga descendencia, lo que se logra. Entonces el orgullo se apoderá de la sierva quien trata despectivamente a su ama. Al final de cuentas, Agar tiene que salir del campamento y huye para no ser víctima de la ira de Saraí. Dios bendice al hijo de aquella relación, Ismael y promete a Agar que será un hombre que tendrá gran descendencia. Se concluye el capítulo indicando que Abram tenía 86 años. Luego el capítulo 17, inicia con una confirmación del Pacto que Dios hizo con Abram y cambia su nombre por Abraham. Por primera vez aparece uno de los nombres de Dios “El-Shaddai”, que según la Biblia Peshitta se puede traducir como “Dios Fuerte”. En señal del pacto entre Dios y Abraham se instituye la circuncisión, y promete el nacimiento de Isaac. Finalmente se narra que el padre Abraham se circuncida a sí mismo y a todos los varones de su clan. Ya acá ha vuelto Ismael al seno de su padre, pero aparece Agar más, lo que hace suponer que quizá en ese tiempo falleció. Para entonces, Abraham tiene 99 años. En el capítulo 18, se narra uno de los episodios más llamativos de todo el Génesis, lo que muchos teólogos llaman la Teofanía, o aparición de Dios a Abraham en Mamre. El verso 1 dice que Dios se le aparece a su siervo e inmediatamente el verso 2 indica que hay 3 varones frente a él. No puede escaparse la comparación de la Trinidad en este pasaje, y en ese mismo verso dice que Abraham se postró. Continúa diciendo el verso 3 que Abraham luego de postrarse exclamo delante de los varones “Oh Dios”, cabe preguntarse por qué habló en singular si eran 3 varones y además cómo supo que era una visita del Altísimo. Luego se narra que los 3 varones misteriosos comen con Abraham y le indican que Saraí tendrá un hijo, además cambián de nombre a esta y es llamada Sara. Luego se menciona que los varones se levantaron y prosiguieron rumbo a Sodoma, y el verso 17 indica que se pregunta Dios si ocultará lo que está a punto de hacer a Abraham, y luego le cuenta que tiene pensado destruir la ciudad pecaminosa. Abraham intercede por la ciudad insistentemente, pero Dios le menciona que por misericordia a él salvará solo a Lot y su familia. Importante es que Abraham se queda platicando con Dios, y en capítulo 19 indica que llegaron 2 “ángeles” a Sodoma. La versión Reina Valera del 60 y la Peshitta en el verso 22 del capítulo 18 solamente dicen que los varones partieron de ahí; la Vulgata Clementina se expresa en términos similares, solamente la versión Nácar Colunga indica en esa misma porción que 2 de los varones fueron a Sodoma. Vale la pena preguntarse por qué en el capítulo 18 el escritor Bíblico inicia refiriéndose a ellos como Dios y luego como varones para pasar al verso 19 indicando que son ángeles. Y por qué salen de Mamre 3 y llegan a Sodoma 2. Luego de esto, los varones hablan con Lot y por la insistencia de este van a su casa para pasar la noche. A partir del verso 4 se narra que todos los hombres del pueblo se congregaron frente a la casa de Lot para exigirle que sacara a los invitados para que los “conocieran” (según el verbo utilizado en Reina Valera, Nácar Colunga y Vulgata Clementina), la versión Peshitta dice “allegarse”. De cualquier modo, la escritura dice que Lot sale a la puerta y les ofrece a los hombres de la ciudad a sus 2 hijas para que hicieran con ellas como les pareciera pero no aceptan y finalmente los 2 varones rescatan a Lot y cierran la puerta. Los hombres de la ciudad no pueden entrar porque destellos cayeron sobre ellos. En un comentario que leí hace algún tiempo, un teólogo español escribió, más con el hígado que con la cabeza, que Lot había ofrecido a sus hijas porque sabía que no las aceptarían pues Lot sabía que los habitantes de Sodoma eran homosexuales. Por otro lado, la ICM en sus fundamentos teológicos indica que el hecho de que varias versiones mencionen que los habitantes de la ciudad querían conocer a los varones, no es en sentido sexual sino de camaradería, una interpretación que no me parece válida a la luz del contexto bíblico. Independientemente de todo eso, más adelante en Ezequiel se podrá ampliar más sobre el tema. Finalmente, la ciudad es destruida y Lot y su familia se salvan, excepto la esposa que volteó a ver la destrucción y se convierte en sal. Al final del capítulo 19, las dos hijas de Lot emborrachan a este y se acuestan con él para tener intimidad y concebir descendencia, de donde nacen las naciones de Moab y los amonitas. De toda la narración hay una incongruencia, ya que el verso 8 del capítulo 19 narra cómo Lot les dice a los varones de Sodoma que sus hijas no han conocido varón, pero en el verso 12 se habla de los yernos de Lot. Una situación que es incongruente, situación que nueva y únicamente los doctos podrán explicar.

Génesis 12 al 15

El capítulo 12 de Génesis comienza con el hermoso llamado que Dios le hace a Abram para que salga de la casa de su padre a poseer una tierra que no conoce pero que el Altísimo le promete. Los versos 2 y 3 son especialmente conmovedores pues el Señor le dice: “haré de ti una gran nación; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, porque eres bendito. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. En ti y en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra…” (Versión Peshitta, la cual es similar a la versión de la Vulgata Clementina que dice “atque in te benedicentur universae cognationes térrea”), en las versiones Nácar-Colunga y Reina-Valera del 60 la última parte de este verso es aún más bello puesto que dice “serán benditas todas las familias de la tierra”. Llama la atención que el llamado lo recibe Abram cuando tenía 75 años, y es acompañado por su sobrino Lot. Hay una época en la que hay hambruna y parte Abram con su sobrino, posesiones y familia para Egipto, donde indica a todos que Sarai (su esposa) es su hermana  por no ser muerto, debido a la gran belleza de ella. Eso es interesante ya que en los capítulos posteriores se menciona que Sara era de edad avanzada igual que su esposo, lo que significa que incluso en su vejez era bella. Además, fue tomada por el Faraón a pesar de ser madura, y a causa de eso sobrevino desgracia en Egipto hasta que Abram se fue de esa tierra con bienes que el faraón le dio. De las 4 versiones consultadas, solo la Reina-Valera 60 no deja claro que el rey egipcio tomó a Sarai, solo las otras 3 son explícitas. En el capítulo 13 se menciona que Abram y Lot se separan debido a que su fortuna y rebaños habían crecido y les era imposible compartir la misma tierra, al final del mismo capítulo Dios le hace la segunda promesa de desendencia a Abram y lo hace tomar la tierra que le prometió. En el capítulo 14 se narra la historia de la guerra que se sucedió entre los reyes de aquellas latitudes, incluido el de Sodoma, donde habitaba Lot. Los reyes de Sodoma y Gomorra son derrotados y la gente y posesiones del reino son tomados y capturados por el rey Quedarlaomer. Luego, Abram (un hombre ya muy anciano) junto con los jóvenes de su heredad se arman y rescatan a Lot, y junto con él a los prisioneros sodomitas. Al final de ese capítulo aparece el Rey Melquisedec, quien bendice a Abram. Lo interesante de todo es que en ningún otro pasaje aparece este rey de Salem, pero aún más interesante es que saca pan y vino (muy similar a lo hecho por Cristo en la última cena), de ahí que muchos encuentran un reflejo del Señor Jesús en este rey de la antigüedad, adicionalmente Abram tiene un gesto interesante: le diezma todo lo ganado en batalla, es evidente que reconoce cierta autoridad eclesiástica en él. Luego, el rey derrotado de Sodoma se acerca a Abram y le dice que tome todo lo material y que solo le devuelva a la gente que rescató, sin embargo, aquel le dice que le devolverá todo pues ha prometido a Dios que el rey de Sodoma no se podría ufanar de haber enriquecido a Abram. En el capítulo 15 Dios hace una tercera promesa a Abram, esta vez compara su descendencia con las estrellas de los cielos y es el verso 6 el más impactante donde dice “Y Abram creyó a Dios y le fue considerado como justicia” (versión Peshitta). En esta época uno dice, qué grande fe la de ese hombre anciano que no teniendo un solo hijo y teniendo una esposa, también anciana, le cree a Dios cuando le dice que le dará descendencia. Al final del capítulo hay una nueva promesa sobre el cautiverio y liberación del pueblo de Dios y el establecimiento de un pacto entre Dios y su siervo Abram.

Génesis 10 y 11

Los dos capítulos que ahora me ocupan tienen un gran contenido de descripción de las respectivas generaciones y sus descendencias. No obstante al inicio del capítulo 10 se menciona en el verso 8 se da énfasis al nacimiento de Nimrod como primer “poderoso” (Reina-Valera 1960 y Peshitta) o quien “comenzó a dominar” (Nácar-Colunga) sobre la tierra, del cuál surgieron los Asirios y Babilonia. En los primeros versos del capítulo 11 se narra la dispersión de las lenguas en la torre de Babel, ahora bien, la lectura detenida de este pasaje hace preguntarse por qué Dios quiso confundir a los hombres y quitar su unidad, ya que estaban reunidos en torno a la torre y preparándose por si eran dispersos. Eso quiere configurar que los hombres tenían la sospecha de que lo serían, pero la pregunta sería por qué? Qué les hizo pensar eso? Además por qué querían llegar hasta el cielo? Acaso era demasiado su orgullo? Son otras preguntas que los teólogos tendrán que responder. Finalmente, el capítulo 11 termina con la narración del nacimiento de Abram, quien más tardes se convertirá en Abraham.

Génesis 6 al 9

El capítulo 6 de Génesis se inicia la narración de que los hijos de los hombres comenzaron a tener hijas y que los hijos de Dios tomaron para sí esas mujeres. Ese pasaje es sutilmente interesante ya que hace una separación entre los hijos de los hombres y los hijos de Dios, no obstante, nada se explica sobre la diferencia. Las versiones Nácar-Colunga, Reina-Valera (1960), Peshitta y Vulgata Clementina coinciden en esa diferencia, que seguro los doctos podrán explicar. Adicionalmente, en el versículo 3 el Señor decreta que la vida del hombre no será mayor de 120 años. Luego el verso 4 menciona que en aquella época hubo “gigantes”, además de los hijos de Dios y de las hijas de los hombres, una separación interesante, tomando en cuenta que solo se menciona que fueron los hombres de renombre de la antigüedad pero ninguna explicación adicional. Posteriormente, Dios habla consigo mismo dándose cuenta de que la maldad del hombre había llegado a extremos insospechados y dice que destruirá todo con un diluvio. Solamente Noé logra encontrar misericordia a los ojos del Señor y éste le ordena que construya un arca para que él, su familia y las especies de animales y aves se salven. Hay un elemento interesante acá, y es que nada se dice sobre los seres que habitaban en el mar y los ríos, ya que ellos estaban en su hábitat cuando el agua cubrió la tierra, la pregunta que cabe preguntarse es ¿porqué estos seres hallaron misericordia delante de Dios?.  Luego se narra la historia del diluvio y la restauración de la tierra después del diluvio y el establecimiento del pacto de Dios y Noe para no destruir nuevamente la tierra con diluvio y dejando como señal el arco iris. Llama la atención los versos 3 y 4 del capítulo 9 donde Dios indica que el hombre se ha de enseñorear de los animales y que podrán comer de ellos excepto de su sangre, algo que más adelante el apóstol Pablo también recomendará. En el corolario del capítulo 9, se narra que Noé cultivó la tierra y que plantó un viñedo, del que hizo vino y luego se embriagó. Al hacerlo se desnudó en su tienda y su hijo Cam lo vio lo que le granjeó una maldición paterna, y los otros dos hijos Sem y Jafet sin ver la desnudez de su padre lo cubren. Ahora bien, por qué se da tanta importancia a este asunto; además hay que recordar que también Adán y Eva cuando comieron del árbol prohibido se escondieron al escuchar a Dios porque tuvieron vergüenza de su desnudez. Es sin duda una figura interesante, puesto que significa que la persona tal cual es en su esencia y desnudez guardan cierta relevancia en el plan de Dios, quizá por eso más adelante en el nuevo testamento se dice que el cuerpo es templo del Espíritu Santo, el que debe ser guardado y del que Dios es celoso.

Génesis 3 al 5

Al inicio del capítulo 3 de Génesis se lee que la serpiente era la más astuta de las criaturas de la tierra y que se puso a conversar con Eva. Dentro de esa plática se puede ver que tanto la serpiente como la mujer tergiversan lo dicho por Dios respecto del árbol del conocimiento del bien y del mal: en primer lugar la serpiente dice "¿así que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol de huerto?" cuando en el verso 16 del segundo capítulo el mismo Creador le dice a Adán que puede comer de TODOS los árboles excepto del ya citado. Luego Eva, refiriéndose al mismo árbol prohibido, le responde argumentando que el Señor dijo: "no comerán de él ni se acercarán a él para que no mueran", vemos que la mujer agregó algo que Dios no dijo ".. ni se acercarán". En este pasaje pues se nota que a pesar de que ambos interlocutores supuestamente citaron a Dios, ninguno de ellos dijo verdaderamente las palabras sagradas, con lo que el corolario de todo fue la caída del hombre; así como hoy día muchos predicadores supuestamente hablan de parte de Dios pero solo tergiversan las sagradas escrituras y pierden a quienes los escuchan. Lo que me llama la atención luego de la conversación entre la serpiente y Eva es que finalmente la mujer sucumbe y come y luego da a comer a Adán. Tanto la traducción Reina-Valera del 60 como la Vulgata Clementina coinciden en que luego de la acción de desobediencia de la mujer, esta le dio de comer al hombre. Pero en esa narración nunca se especifica dónde estaba el hombre mientras Eva y la serpiente conversaban. No obstante, la traducción Peshitta dice literalmente en la última parte del verso 6: ..."y ofreció también a su marido que estaba con ella, y él comió". Allí he remarcado con itálika la parte que me llama la atención pues según esa versión el hombre estaba con Eva, lo que significa que presenció la conversación entre la serpiente y la mujer y mantuvo una actitud pasiva. La versión Nácar-Colunga al igual que la Vulgata y la Reina-Valera no permiten deducir lo acotado en la traducción Peshitta. Luego de todo lo acontecido, Dios conversa con Adán quien en lugar de asumir su responsabilidad trata de echar la culpa a la mujer y poner excusas en vez de explicaciones. Se da la maldición de la serpiente, el decreto divino de que la mujer parirá con dolor y qu eel hombre deberá trabajar con dolor hasta que vuelva al polvo de donde salió. Se da la expulsión del huerto del Edén y se coloca a un Querubín para custodiar la entrada. El capítulo 4 comienza narrando que Adán y Eva tuvieron intimidad conyugal y concibieron primero a Caín y luego a Abel. Sin embargo, en la historia del capítulo 3, en el verso 20 se dice que Eva era madre de "todos los vivientes", ¿significa eso que hubo otros seres concebidos en el paraíso que no fueron engendrados por medio de la relación marital? eso es algo que solo los eruditos podrán contestar. Avanzando en el capítulo 4, se lee que Caín cultivó la tierra y Abel se hizo pastor, ambos presentaron ofrenda a Dios pero éste se agradó de la ofrenda del segundo y no del primero. La pregunta que los que no somos doctos nos hacemos es por qué sucedió esto, si a primera vista pareciera que ambos presentaron lo que podían; sin embargo, quizá la respuesta se encuentre en los versos 6 y 7 donde Dios le dice a Caín: "por qué estás enfurecido y andas cabizbajo? ¿no es verdad que si obraras bien andarías erguido, mientras que si no obras bien estará el pecado a la puerta acechándote..?" en ese pasaje se nota entonces que Caín no había hecho algo bien y aún así presentó su ofrenda, además eso hizo que el pecado (que más tarde cometió) estuviera acechándolo. Luego este mata a su hermano menor, es expulsado por Dios y se le pone una señal para que nadie lo mate, una señal de su pecado. Nada dice la biblia sobre qué señal era esa. Luego el texto sagrado desarrolla en lo restante del capítulo 4 y 5 la genealogía de los descendientes del Adán y sus hijos. En el verso 24 del capítulo 5 se menciona que Eva concibió a Set quien le daría descendencia en lugar del difunto Abel, y en el versos 28 del capítulo 5 se menciona el nacimiento de Noé quien a su vez engendró 3 hijos.

Génesis 1 y 2

En los primeros 2 capítulos del libro de Génesis se narra la creación del Mundo. Me llama la atención sobre todo el tiempo que pudo haber pasado entre el verso 1 y el 3 del capítulo 1. En el primero de ellos se menciona la obra de la creación de los cielos y la tierra y luego el inicio de la obra. El verso 2  indica que el Espíritu de Dios se movía (dice la versión Reina-Valera) o incubaba (la versión Peshitta), esa diferencia terminológica es interesante pues una da la idea de vigilancia y estado de alerta, mientras que la segunda un concepto de formación de la vida. En el resto de los versos se lee la obra de los 6 días y el descanso del Creador en el 7mo. En el sexto Día se lee cómo fue formado el hombre. Algo que siempre me ha llamado la atención es que en las distintas traducciones el verso 26 se refiere a que Dios habla consigo mismo pero en primera persona del plural no en singular. Literalmente el verso dice así: "Y dijo DIos: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza..." (versión Reina-Valera 1909) la que es muy similar a la traducción de la Vulgata que dice "Et vidit Deus quod esset bonum et ait: Faciamus hominem ad imaginem et similitudem nostram..." (Vulgata Latina de Clementino). Ese detalle ha sido una base importante para la formación de la doctrina de la Trinidad de Dios. Más adelante, el capítulo 2 narra la formación del huerto del Edén. Ese pasaje es especialmente interesante puesto que hace referencia a lugares geográficos determinados. Adicionalmente, se repite la narración de la formación del género humano, y por primera vez se lee un nombre: Adán. En el verso 15 se indica que Dios puso a Adán en el huerto para que lo labrara y cuidara. Eso quiere decir que desde el principio el primer hombre sí tenía que trabajar la tierra, ya que este verso hace referencia a labrar, la vulgata lo describe así: "...et posuit eum in paradiso voluptatis, ut operatur, et custodiret illum..." (Vulgata Latina de Clementino) -el texto en itálica lo he puesto yo para mostrar el verbo que se utilza-. El Señor le dice al hombre que no coma del árbol del conocimiento del bien y del mal, eso significa que el ser humano era inocente y no tenía disernimiento, lo cual es poco comprensible para quienes no somos entendidos en los arcanos bíblicos, puesto que si el hombre lógicamente no sabía lo que era bueno y lo que era malo, difícilmente podría haber medido las consecuencias de no acatar la orden divina. Hasta el verso 17 del capítulo 2 se menciona la muerte como fin de no cumplir el mandamiento de Dios, la incógnita es: ¿si hasta ese momento solo se habla de vida y creación, cómo comprendería el hombre (inocente y dependiente) el concepto de muerte?. A partir del verso 18 se menciona la creación de Eva y debe tenerse en cuenta la diferencia de términos utilizados por las traducciones: las versiones Reina-Valera de 1909 y 1960 dicen "Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él..."; la versión Peshitta dice "Entonces dijo Yahweh Dios: No es bueno que Adán esté solo: le haré una ayuda semejante a él"; la Vulgata de Clementino cita así: "Dixit quonque Dominus Deus: Non est bonum esse hominem solum: faciamus ei adjutorium simile sibi...". Las primeras dos indican que la ayuda será "idónea", mientras que las restantes le dan la categoría de "semejante". Las connotaciones derivadas de la diferencia de términos son grandes, ya que la primera denota que esa ayuda iba a ser apropiada o adecuada para Adán, mientras que la segunda indica igualdad o similitud entre ambos. Otro punto que me interesa es considerar las razones por las que Dios afirma que "no es bueno que el hombre esté solo", si bien es cierto el Señor es Omnisciente y por lo tanto conoce todo, creo que sería interesante adentrarse en las causas específicas que Dios determinó para que no hubiera un ser su pareja. Al final del capítulo 2 se menciona cómo Adán entró el letargo para que Dios le extrajera una costilla de la que creó a la mujer. El verso 24 indica que el hombre dejará a su padre y madre por unirse a su mujer, lo que según entiendo es un texto profético, ya que tanto Adán como Eva no tenían padres terrenales.