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Génesis 12 al 15

El capítulo 12 de Génesis comienza con el hermoso llamado que Dios le hace a Abram para que salga de la casa de su padre a poseer una tierra que no conoce pero que el Altísimo le promete. Los versos 2 y 3 son especialmente conmovedores pues el Señor le dice: “haré de ti una gran nación; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, porque eres bendito. Bendeciré a los que te bendigan y maldeciré a los que te maldigan. En ti y en tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra…” (Versión Peshitta, la cual es similar a la versión de la Vulgata Clementina que dice “atque in te benedicentur universae cognationes térrea”), en las versiones Nácar-Colunga y Reina-Valera del 60 la última parte de este verso es aún más bello puesto que dice “serán benditas todas las familias de la tierra”. Llama la atención que el llamado lo recibe Abram cuando tenía 75 años, y es acompañado por su sobrino Lot. Hay una época en la que hay hambruna y parte Abram con su sobrino, posesiones y familia para Egipto, donde indica a todos que Sarai (su esposa) es su hermana  por no ser muerto, debido a la gran belleza de ella. Eso es interesante ya que en los capítulos posteriores se menciona que Sara era de edad avanzada igual que su esposo, lo que significa que incluso en su vejez era bella. Además, fue tomada por el Faraón a pesar de ser madura, y a causa de eso sobrevino desgracia en Egipto hasta que Abram se fue de esa tierra con bienes que el faraón le dio. De las 4 versiones consultadas, solo la Reina-Valera 60 no deja claro que el rey egipcio tomó a Sarai, solo las otras 3 son explícitas. En el capítulo 13 se menciona que Abram y Lot se separan debido a que su fortuna y rebaños habían crecido y les era imposible compartir la misma tierra, al final del mismo capítulo Dios le hace la segunda promesa de desendencia a Abram y lo hace tomar la tierra que le prometió. En el capítulo 14 se narra la historia de la guerra que se sucedió entre los reyes de aquellas latitudes, incluido el de Sodoma, donde habitaba Lot. Los reyes de Sodoma y Gomorra son derrotados y la gente y posesiones del reino son tomados y capturados por el rey Quedarlaomer. Luego, Abram (un hombre ya muy anciano) junto con los jóvenes de su heredad se arman y rescatan a Lot, y junto con él a los prisioneros sodomitas. Al final de ese capítulo aparece el Rey Melquisedec, quien bendice a Abram. Lo interesante de todo es que en ningún otro pasaje aparece este rey de Salem, pero aún más interesante es que saca pan y vino (muy similar a lo hecho por Cristo en la última cena), de ahí que muchos encuentran un reflejo del Señor Jesús en este rey de la antigüedad, adicionalmente Abram tiene un gesto interesante: le diezma todo lo ganado en batalla, es evidente que reconoce cierta autoridad eclesiástica en él. Luego, el rey derrotado de Sodoma se acerca a Abram y le dice que tome todo lo material y que solo le devuelva a la gente que rescató, sin embargo, aquel le dice que le devolverá todo pues ha prometido a Dios que el rey de Sodoma no se podría ufanar de haber enriquecido a Abram. En el capítulo 15 Dios hace una tercera promesa a Abram, esta vez compara su descendencia con las estrellas de los cielos y es el verso 6 el más impactante donde dice “Y Abram creyó a Dios y le fue considerado como justicia” (versión Peshitta). En esta época uno dice, qué grande fe la de ese hombre anciano que no teniendo un solo hijo y teniendo una esposa, también anciana, le cree a Dios cuando le dice que le dará descendencia. Al final del capítulo hay una nueva promesa sobre el cautiverio y liberación del pueblo de Dios y el establecimiento de un pacto entre Dios y su siervo Abram.

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