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elproyecto2011

Génesis 43 al 46

Luego de que los hermanos de José regresaron a Canaán con su padre Jacob, consumieron las provisiones que habían traído de Egipto, y entonces el padre les dice que deben volver a aquella tierra para comprar más provisiones. Los hermanos le rebaten diciendo que no pueden ir si no llevan a Benjamín con ellos ya que el gobernador de Egipto se los había exigido. Luego de discutirlo y de que Judá le dice a Jacob que se responsabiliza por Benjamín, el patriarca finalmente acepta que vaya el hijo menor con ellos. En este pasaje hay algo que me llama la atención y es que claramente se dice que consumieron las provisiones, es decir que pasó cierto tiempo, al que hay que agregar el usado para trasladarse de la tierra de Egipto a Canaán, hago esta referencia porque nada se dice sobre si los hermanos o el mismo Jacob estaban preocupados por Simeón, quien había quedado cautivo en Egipto. Cuando los hermanos llegaron a la tierra del Nilo, presentaron al menor a José, quien al verlo no puede evitar conmoverse al punto de llorar en lo privado. Luego organiza un gran banquete para sus hermanos, quienes no logran salir del asombro por la forma en que son tratados, además de que Simeón es liberado. En el capítulo 44, José ordena a sus sirvientes que llenen las alforjas de sus hermanos pero que pongan su copa en la de Benjamín. Cuando los hermanos han partido, José ordena que los persigan y que les digan que alguien ha robado la copa del señor. Al final, como era de esperarse encuentran el objeto en la alforja de Benjamín, y José exige que él se quede como sirviente por lo sucedido. Entonces, Judá intercede por su hermano ya que había hecho una promesa a su padre. En el capítulo 45, José ya no mantiene el engaño y se descubre ante sus hermanos, quienes asombrados primero y luego conmovidos celebran. En este capítulo aparece quizá un pasaje que a mi juicio es extremadamente impactante, específicamente en los versos 5 y 7 que en la versión Peshitta dicen, citando a José: (5) “Ahora pues, no se pongan tristes ni se sientan mal por haberme vendido aquí, puesto que Dios me ha enviado por delante de ustedes para proveerles alimento…” (7) “Pero Dios me envió delante de ustedes para constituir un remanente en la tierra para ustedes, y para salvarles la vida por medio de gran liberación”. Esto constituye claramente una figura del camino de Cristo a la muerte y cómo llega primero para redimir a los que venimos después. Además de eso también presenta una enseñanza fabulosa en cuanto al perdón y el entendimiento de lo que Dios permite que nos acontezca, ahora viene a mi mente que el apóstol Pablo más adelante diría que todas las cosas suceden para bien para los que aman al Señor. Luego el faraón se entera de que la familia de José está en Egipto y los invita a venir y envía hasta carrozas para que traigan a Jacob. En el capítulo 46, Jacob y sus hijos y nietos entran a Egipto con pompa y Jacob finalmente se encuentra con su hijo amado en un emotivo momento. Luego, José les instruye sobre que deberán decir que son compradores de ganado y no pastores, ya que esta última profesión era despreciable a los ojos de los egipcios.

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