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elproyecto2011

Génesis 20 al 22

Abraham emigra y nuevamente dice que Sara es su hermana. El rey de Gadar la toma para sí, pero antes de que se allegue a ella Dios le revela a este quién es ella en realidad y la devuelve a su marido sin mancillarla. En el capítulo 21, finalmente nace el hijo de la promesa, causando gran regocijo en su madre, quien al ver cómo Ismael lo menosprecia, solicita a Abraham que expulse a Agar e Ismael, y este accede. En el desierto, se le acaban las provisiones a Agar y esta deja a su hijo bajo unos arbustos y se aleja a cierta distancia porque no desea ver morir a su hijo. Entonces se le aparece un ángel y le recuerda que de Ismael nacerá otra grande nación. Llama la atención algo, y es que en el pasaje en mención se dice que Agar oraba a Dios, pero cuando el ángel se aparece este dice que Dios ha escuchado el clamor de Ismael. La pregunta es, cómo estaba clamando este si estaba dormido y moribundo? ¿hay alguna forma de clamar sin estar conciente? Eso es algo que los doctos deben responder. Posteriormente, Agar ve un pozo de agua y da de beber a su hijo, ambos se salvan y se dice que surge una gran nación de Ismael, tal como Dios lo prometió. El capítulo 22 es especialmente dramático ya que narra la prueba de fe que Dios hace a Abraham. No obstante, también se contempla una de las porciones más conmovedoras de las Sagradas Escrituras, en el verso 7. Primero hay que explicar el contexto en que acontece: Un padre cuyo hijo predilecto le nace en la vejez, Dios le pide que sacrifique a su hijo como prueba de Fe, el padre del niño sabe que no podrá concebir más y tiene una promesa de Dios de que de su hijo surgirá una gran nación. En términos humanos la situación era difícil e incongruente, quizá por eso más adelante el apóstol Pablo diría que lo que es locura para los hombres es sabiduría para Dios y viceversa. Entonces, Abraham toma al niño y se van al monte donde Dios le señala para ofrecer el sacrificio, Isaac lleva la leña y su padre el fuego, y el niño inquiere a su padre: “Dixit Isaac patri suo: Pater mi. At ille rispondit : Quid vis, fili? Ecce, inquit, ignis et ligna: ubi est victima holocausti? Dixit autem Abraham: Deus providebit sibi victiman holocausti, fili mi” (Vulgata Clementina). “Entonces habló Isaac a su padre Abraham, y le dijo: Padre. Y él respondió: heme aquí, hijo mío. Isaac le dijo: ya están el fuego y la leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y Abraham le contestó: Dios proveerá para sí un cordero para el holocausto, hijo mío” (Versión Peshitta). Al final, Abraham está por sacrificar a su hijo cuando el Angel de Dios lo detiene, le explica que Dios ha comprobado su fe, y entre unos ramales aparece el cordero para el holocausto, el cuál finalmente ofrece al Altísimo.

1 comentario

Mario -

En este caso mi comentario es acerca del pasaje de Agar e Ismael, leyendo en la biblia Latinoamerica, se hace la aclaración de que esta es otra versión de lo que ya leimos en el capitulo 16, además es de hacer notar que no encontré en donde dice que Agar oraba, según la versión que de mi lectura dice que el niño se puso a llorar a gritos al ver que su madre se alejaba y es de esta manera que Dios se da cuenta de lo que sucede y envia a su Angel para hablar con Agar.
Dentro del capitulo 22 se pueden tomar distintos enfoques, desde el punto histórico puede ser visto como una condenación a cualquier sacrificio humano, según las notas de la versión que leo en ese tiempo los cananeos practicaban el sacrificio de niños, es por eso que Abraham lo ve bastante normal, lo cual luego Dios con su intervención detiene. Tambien desde otro enfoque podemos notar como Dios necesita sacrificios y normalmente son sacrificios costosos para poder llegar a tener la cercanía necesaria con El. En otro enfoque podemos ver como Dios pide a Abraham que sacrifique a su hijo, de la misma manera que luego El enviará a sacrificar a su hijo para salvar a los pecadores, en lo cual podemos ver que Dios no pide nunca nada que El no conoce.